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Reseña de: "La emancipación de la mujer" de Vladimir Lenin

Foto del escritor: Luis MontielLuis Montiel

Fue en la Feria Nacional del Libro de la BUAP donde compré este libro, al ser de editorial AKAL representó un gasto importante a comparación de otro libro de poco más de 150 páginas de cualquier editorial, pero su portada me llamó a sobremanera la atención: Un dibujo, al puro estilo de la propaganda comunista de la Unión Soviética, de una mujer; una mujer con rostro firme, con paliacate en la cabeza y sosteniendo una bandera roja, mientras que muy al fondo, sin robar protagonismo pero complementando la imagen, se dejaba ver una fabrica en funciones de la cual emanaban enormes fumarolas.

El titulo del libro era sencillo y concreto “Le emancipación de la mujer”, aunque debo admitir que fue lo ultimo en lo que me fijé. Sin lugar a dudas el orden en que les puse atención a los elementos componentes del libro fue el siguiente: 1) El dibujo de la mujer sosteniendo una bandera roja, 2) El nombre del autor, 3) El titulo de la obra. Siendo sinceros lo que más me llamó la atención fue el nombre del autor del libro. Porque sí, me considero de izquierda, me considero socialista, pero sin lugar a dudas he leído mucho menos de lo que me gustaría referente a la ideología que profeso y de sus más ilustres actores.

Es por ello que cuando vi que el autor de la obra era Vladimir Lenin, decidí echarle un vistazo. Al primer momento creí que era, como lo parecía, un libro escrito de principio a fin por Lenin hablando sobre la mujer y su forma de emancipación desde la perspectiva Marxista-leninista en el marco de la formación de la URSS. No me equivoqué del todo, sin embargo, no se trataba de una obra tal cual, sino, como lo dice el resumen de la contraportada, se trataba de una compilación de textos varios escritos por Lenin donde abordaba el tema de la emancipación de la mujer, aunque este no fuera el tema principal.

A final de cuentas el libro me interesó, aunque claro, como buen lector empedernido al que no le sobra el dinero para gastar sin meditarlo, tarde por lo menos una hora en decidir si me llevaba La emancipación de la mujer, o algún otro libro. A estas alturas y con un mar de distancia ya bastante amplio, no logro recordar cuales fueron las obras que le hicieron competencia; lo único que recuerdo es que ese día me lleve La emancipación de la mujer junto con Los fascismos europeos de Elena Hernández, el cual, por cierto, es el libro al que empezaré a dar lectura tras haber terminado este, así que ya saben de qué libro será la siguiente reseña.

La emancipación de la mujer inicia con un prologo de N. Krúpskaya el cual fue escrito el 30 de noviembre de 1933, año que parece ser el de la primera aparición de la obra mencionada. Este prologo nos sirve de gran ayuda en dos aspectos, el primero fue el aspecto para el que fue creado, servir como un antecedente de la obra apunto de leer, pero creo que el segundo es más importante, este tal vez no fue concebido cuando se escribió, y se trata de que el propio prologo también nos muestra un espectro histórico al tener una distancia de poco más de 10 años respecto a los textos que se presentan. En otras palabras, podemos ver la fresca perspectiva de 1933 respecto a los sucesos recién acaecidos y la instauración de la URSS.

El prologo cumple su cometido, aunque no me gustaría detenerme especialmente en él, pues lo que más hace es presentarnos un resumen de lo que se esta apunto de leer a lo largo de la obra, aunque claro, ahonda en la preocupación que sentía Lenin respecto a la necesaria emancipación de la mujer. Krúpskaya presume de la introducción de Lenin en estos problemas y de lo mucho que consiguió la Unión Soviética a poco de su instauración, aliviando el peso de la mujer respecto a temas como el divorcio y su participación ciudadana en espacios donde siempre había tenido prohibida la entrada, como lo es el espacio de la política.

Una vez superado el prologo se puede hablar de los diversos textos que se recopilan. Se trata de 29 textos varios que recorren diversas fechas que van desde el lejano 1886 hasta el 1922. Sumado a estos 29 textos hay que agregar uno más, que sirve más como colofón al ser un texto que no es escrito por Lenin, sino por la alemana Clara Zetkin. Este ultimo texto se titula Recuerdos sobre Lenin y en el Clara describe 2 entrevistas que sostuvo con el líder de la Revolución Roja en donde se abordaron temas propios sobre la emancipación de la mujer, he ahí la importancia que obliga a este texto a aparecer en la obra.

En esta obra, a mi parecer, hay tres tipos de textos, aquellos que más que hablar sobre la emancipación de la mujer hablan sobre el programa marxista y los retos que enfrentaba la revolución a nivel local e internacional, en este tipo de textos apenas existen unos pocos renglones que hace referencia precisa a la lucha de las mujeres, en parte esto es entendible, a fin de cuentas, la lucha del feminismo es, desde la perspectiva de Lenin, inherentemente la lucha socialista del proletariado. Los segundos tipos de textos son aquellos que de verdad abordan la lucha de la mujer y su emancipación, destinando la mayoría del texto a discutir los retos que la mujer tenía enfrente y que eran precisos resolver. Y por último, el tercer tipo de texto es uno que en verdad no vale la pena, pues son textos conformados apenas por uno o dos párrafos donde Lenin expresaba sus disculpas por no poder asistir a determinado evento sobre o para las mujeres. Sinceramente, estos últimos, parecen textos de relleno.

Obviamente no puedo abordar todos los textos, no sería prudente para una reseña que intenta ser corta, pero rescataré algunas citas o pensamientos generales que llamaron mi particular atención y que pienso necesarios reproducir. Estos pensamientos y citas estan repartidos a lo largo de los 30 textos que conforman el libro, por lo que no debe sorprender el constante salto entre textos y paginación.

En un texto rescatado del libro El desarrollo del capitalismo en Rusia, Lenin expresa su preocupación por el trabajo a domicilio. Lo califica como “el tipo más liberal de explotación capitalista” (Lenin, 2021, p. 21) Lenin destaca también en que estos tipos de trabajo “a domicilio”, los cuales nunca termina de clasificar, tienden a usar a las mujeres y a los niños para su realización en jornadas laborales insulsas de aproximadamente 18 horas con sueldos miserables producto del alejamiento de dichos trabajos de las fabricas.

En el texto titulado Proyecto del programa del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia se enumeran 27 puntos que deberán ser aplicados de forma urgente apenas cayera el régimen zarista. Este texto podría clasificarse en aquellos que abordan más que nada el programa marxista y la revolución socialista más en lo general sin abordar tan de lleno la emancipación de la mujer. Específicamente el texto aborda los derechos que se les deben otorgar a los trabajadores apenas el socialismo se haga con el poder.

Lo que me sorprende de este texto y el porque me detengo en él es porque fue escrito en el año 1902, y en él se ven reflejados derechos de los trabajadores que, y lo digo con mucha tristeza, aun no se han logrado conquistar de lleno en el plano de los hechos en pleno año 2022, a más de 100 años de haberse escrito dicho programa. A los derechos a los que me refiero son los siguientes: “6) plena igualdad de derechos para todos los ciudadanos, independientemente del sexo, la religión y de la raza” “10) Separación de la Iglesia y del Estado y de la escuela y la iglesia” “2) descanso semanal […] de 36 horas para los obreros asalariados de ambos sexos en todas las ramas de la economía nacional” “8) Prohibición del pago del salario en especie” (Lenin, 2021, p. 27 - 29) por solo mencionar algunos.

En el texto titulado Congreso internacional socialista de Stuttgart se narra como fue el fuerte intercambio de posiciones en el congreso, en el cual las mujeres se hicieron presentes y deliberaron sobre diversos temas entre los que destaca el libre sufragio para el sexo femenino. Sin embargo, lo que me gustaría destacar del texto no es la reseña de Lenin, sino la cita que realiza de Zetkin, apellido de una socialdemócrata alemana que declaró lo siguiente:


Tenemos que exigir por principio todo lo que consideramos justo, y solo cuando no existen fuerzas suficientes para la lucha, aceptamos lo que podemos conseguir. Esta ha sido siempre la táctica de la socialdemocracia. Cuanto más modestas sean nuestras exigencias, tanto más modestas serán también las consecuencias del Gobierno… (Zetkin en Lenin, 2021, p. 32 - 33)

Trataré de apresurarme para no volver esta reseña un ensayo. En el texto titulado El V congreso internacional contra la prostitución escrito en 1918, Lenin retrata la hipocresía de los burgueses que asistían a dicho congreso a lanzar injurias en contra de la prostitución e intercambiar aplausos por las leyes que habían pasado en sus países para castigar a quienes consumían dichos sexo servicios, pero que por otra parte ignoraban el tema de fondo: La desigualdad inherente al sistema capitalista que provocaba una cerrazón de oportunidades grotesca que, sumado a otros sucesos, llevaban a las mujeres por el camino poco querido de la prostitución. Además de que se negaban a brindar ayuda a las clases desfavorecidas como las obreras, a las que “una dama de Canadá” negaba darles un aumento salarías argumentando que no se lo merecían.

En el texto titulado Sobre la caricatura del marxismo y el economismo imperialista se asoma una tesis que Lenin repetirá en otros tantos textos más (ese puede ser el problema de estos textos, que hay ideas que se repiten demasiado, aunque es entendible porque los textos no iban dirigidos a ser una obra compilatoria, sino a ilustrar diversas convenciones y congresos), esta idea es la de la imposibilidad de acabar con las calamidades económicas sin destruir el capitalismo.

Específicamente Lenin menciona que “Bajo el capitalismo son habituales […] unas condiciones en que es imposible para las clases oprimidas ejercer sus derechos democráticos” (Lenin, 2021, p. 58), es importante destacar esta idea, pues en ella Lenin dice algo bastante importante: No puede existir democracia con el capitalino administrando el estado, porque el capitalismo por naturaleza impide a las clases oprimidas ejercer los derechos que el mismo estado capitalista le brinda a través de las leyes. Esto porque la opresión del propio estado capitalista delega dichas leyes transformándolas en letra muerta.

Lenin en este texto también habla de la imposibilidad en el sistema capitalista de la elección popular de jueces, funcionarios, maestros, jurados, entre otros. Es necesario destacar esto porque, a mi parecer, todo estado que se haga llamar democrático tiene que someter a opinión popular los puestos de función publica más relevantes de los poderes, un ejemplo de ello es los jueces como lo menciona Lenin. En estos momentos en México se esta realizando el intento de aprobar una reforma constitucional en materia electoral la cual, de ser aprobada por el legislativo, significaría un enorme beneficio para el pueblo, pues entre los objetivos que persigue se encuentran el de someter a voto popular a los consejeros electorales pertenecientes al INE y a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Si bien el estado mexicano bajo el gobierno del Sr. Presidente Andrés Manuel López Obrador no es de una izquierda radical como la que caracterizaba a los Bolcheviques, si es de una izquierda socialista que busca humanizar el sistema en el que vivimos, por lo que el perseguir aprobar una reforma de este calibre permitiría encaminarnos un paso más a la libertad democrática que otorga al pueblo la elección, mediante su voto, de puestos de función pública tan importantes como los mencionados. E ahí la importancia de destacar esta idea de Lenin y ver como a pesar de haber sido escrita en 1916, sigue más vigente que nunca.

En el texto Las tareas del proletariado en nuestra revolución, Lenin propone una interesante idea que nunca había escuchado la cual me pareció impresionante y que necesita analizarse con más detenimiento, esta es la idea de “La sustitución de la policía por la milicia del pueblo” (Lenin, 2021, p. 63), me parece una idea bastante radical, coherente con la forma de pensar de Lenin y los Bolcheviques; cabe destacar que con radical no me refiero a algo negativo. La idea se traduce en crear un “ejercito” conformado por el propio pueblo trabajador que constantemente esté rolando turnos para cumplir funciones de policía. En el propio texto Lenin menciona que los días que los trabajadores se ausenten de sus trabajos para realizar las funciones necesarias como policías se les deben ser pagados por sus patrones, es una idea interesante que no está de más mencionar.

En el texto titulado ¿Se sostendrán los bolcheviques en el poder? Lenin también menciona otra idea que creo oportuno rescatar gracias a lo que hoy en día se vive en México. “Exigimos que se rompa inmediatamente con el prejuicio de que administrar el Estado […] es cosa que solo pueden hacer los ricos o funcionarios procedentes de familias ricas.” (Lenin, 2021, p. 74), esta cita de Lenin resulta poderosa cuando en México se alza, poco a poco y en silencio, una radicalización de los movimientos de derecha anti derechos, que creyendo que realizan una crítica intelectual al gobierno y al sistema sueltan los impropios más clasistas y racistas que uno se puede imaginar. Tal es el caso del video de una mujer que en la marcha “en defensa del INE” exclamó “Indio de Macuspana, tienes unas patas rajadas que ni el mejor zapato te quita lo naco. ¡Pendejo!” refiriéndose al presidente López Obrador, quien es originario de Tabasco Macuspana.

Hay que empezar a quitarnos la idea de que el ejercicio del poder únicamente esta destinado para las familias ricas y elegantes, educadas en las mejores universidades del extranjero, que hablan diversos idiomas y que son blancos. ¡El ejercicio del poder puede ser ejercido por todos! Y aún más específicamente por los hijos del pueblo, por las clases oprimidas, quienes han vivido en carne propia las peores desdichas producto del capitalismo, o en este caso, más específicamente, del neoliberalismo. El presidente López Obrador es insultado, vituperado e injuriado únicamente por su origen humilde, porque no le importa la apariencia, porque no usa trajes lujosos, en resumen, por su origen. Lo que demuestran los opositores es su profundo odio por el pueblo trabajador. Es por ello importante destacar esta cita de Lenin. El poder no está reservado para los blancos ricos, ¡el poder del gobierno es para todos!

Del texto Una gran iniciativa se pueden rescatar 2 ideas importantes, la primera el concepto de Sábado Comunista, este concepto se trataba de trabajo voluntario y gratuito que realizaban los trabajadores los días sábados para satisfacer las necesidades de la sociedad. Estos surgieron cuando los años de la guerra civil gracias a que las necesidades de la sociedad aumentaron, y el primer sábado comunista se realizó el 10 de mayo de 1919. Fue uno de estos sábados comunistas cuando este texto se presentó. La segunda idea a rescatar es la que describe la situación de la mujer:


La mujer continúa siendo esclava del hogar, a pesar de todas las leyes liberadoras, porque está agobiada, oprimida, embrutecida, humillada por los pequeños quehaceres domésticos, que la convierten en cocinera y niñera, que malgastan su actividad en un trabajo absurdamente improductivo, mezquino, enervante, embrutecedor y fastidioso (Lenin, 2021, p.88)

Pienso que, a lo largo de todo el libro, esta es la idea más fuerte pero también más realista que Lenin expresa sobre la situación de la mujer y su principal y peor obstáculo: El quehacer doméstico, el cual, según Lenin, al ser delegado únicamente a la mujer, esta vierte todos sus esfuerzos y tiempo en este, imposibilitándola para adentrarse en la sociedad socialista y los problemas que competen a la revolución. Indirectamente con esto Lenin señala la responsabilidad del hombre al delegar todos estos quehaceres a la mujer, aunque tal cual no lo expresa.

En el texto titulado Las tareas del movimiento obrero femenino en la República soviética muestra una idea que es necesario destacar, aunque es bastante breve: “Decimos que la emancipación de los obreros debe ser obra de los obreros mismos, y de igual modo la emancipación de las obreras debe ser obra de las obreras mismas” (Lenin, 2021, p.98). Hay infinidad de razones para que esto sea así, pero la principal que yo comprendo es que los movimientos sociales deben ser protagonizados por quienes han sentido en carne propia la opresión del sistema, esto porque ellos conocen como es esta opresión y como se sienten respecto a ella, y producto de esta experiencia pueden dilucidar, con mayor facilidad, las respuestas que hay que brindar a dichas problemáticas. Y por otra parte me pareció algo común respecto a los contemporáneos movimientos feministas separatistas que idean la innecesaria participación interna del hombre.

Del texto El poder soviético y la situación de la mujer también me gustaría destacar una idea breve, la que dice así: “La burguesía y sus partidarios nos acusan de violar la democracia. Nosotros afirmamos que la Revolución soviética ha ampliado y profundizado la democracia en una escala sin precedente en el mundo” (Lenin, 2021, p. 101). Es algo interesante, parece ser que los burgueses acusaban a los bolcheviques de ir en contra de la democracia, esto porque tomaron el poder mediante un levantamiento armado que terminó con la vida del Zar Nicolas II de Rusia. Sin embargo, Lenin afirma que la democracia no se trata solamente de la forma en que se llega al poder, sino de las libertades que se otorgan al ciudadano, y es ahí cuando señala la hipocresía de las naciones burguesas que lo acusan de ir contra la democracia, pero que en sus naciones continúan oprimiendo a las clases trabajadoras negándoles sus derechos de facto.

Hasta aquí llego con los textos escritos por Lenin. Solo falta abordar el apéndice, aquel texto escrito por Clara Zetkin, en el que, como decía, relata un poco sobre las entrevistas que sostuvo con el líder de la Revolución Roja. De este texto no me interesa destacar mucho, muchas cosas de las que se discuten en él son las mismas abordadas por Lenin en sus textos, sin embrago quiero destacar solo dos ideas breves, la primera el como se describe a Lenin, como alguien que escuchaba atentamente, que analizaba, que lograba estructurar grandes relatos que se le contaban y retroalimentar ideas de forma idónea, o por lo menos es así como lo describe Clara, algo destacado de Lenin, lo cual ser puede obviar por su carácter de líder, pero que no deja de impresionar. Y lo segundo que me gustaría destacar es como Lenin liga inherentemente la emancipación de la mujer con la lucha comunista. Cuando Clara le dice que en Alemania se estan realizando cursos de ilustración sobre la liberación sexual femenina, Lenin la reprende, haciéndole saber que ese es un tema banal que la única forma en que sea correcto enseñarlo es para adentrarse en la dialéctica del materialismo histórico y su lucha de clases. En otras palabras, Lenin cree que las mujeres deben ser ilustradas con la problemática capitalista y la necesidad de derrumbar dicho modelo e instaurar el socialismo antes que ser ilustradas en temas que el califica como banales como el de la liberación sexual.

Tristemente me he extendido demasiado, justo lo que no quería, por ello procederé a una rápida conclusión de esta obra. Primero, como pueden notar los lectores que llegaron hasta este punto, las ideas que destaqué sobre el libro son más sobre la ideología marxista-leninista en contra del capitalismo y las exigencias necesarias para aplicar el socialismo, en otras palabras, se trata de ideas mayormente de corte Marxista que de corte feminista. Esto gracias a que así es como se maneja en el libro. Como ya lo había dicho en la introducción de esta reseña Lenin cree que el camino de la emancipación de la mujer es inherentemente el de la revolución socialista. Por ello se tarda más explicando las necesidades para crear las condiciones del estado socialista en beneficio de la sociedad en general que explicando aspectos inherentes de la lucha de la mujer por sí misma.

En realidad, las pocas ideas que rescaté sobre la mujer se repiten numerosas veces a lo largo de los textos por lo que se podría concluir que, si bien, las ideas presentadas sobre la mujer, por parte de Lenin, son relevantes, no es la lucha feminista por si misma la que es protagonista en su discurso, sino la inserción de esta dentro de la propia revolución socialista para toda la sociedad en general sin miramientos de sexo. Esto por una parte me decepcionó, yo esperaba, al leer esta obra, un profundo análisis sobre la situación de la mujer y los pasos que su lucha, por si misma, debía seguir para su emancipación, pero me encontré con una obra ideológica sobre las exigencias y necesidades antes durante y apenas terminada la revolución e instaurado el poder soviético.

Esto no significa que la obra no sea rica, creo que lo es, pero en cuanto a formación marxista-leninista, no tanto en cuanto a feminismo, por lo que, si se quiere leer algo respecto al feminismo tal cual, será necesario escoger otra obra. Sin embargo, leer este libro no fue una perdida de tiempo. Es escalofriante ver como diversos textos de Lenin se insertan sin problemas en la realidad mexicana del año 2022, esto a pesar de que dichos textos fueron escritos hace más de 100 años. Es por ello que, recomiendo ampliamente su lectura, y le doy como calificación a la obra 3 estrellas de 5. Me disculpo una vez más por haberme extendido tanto, y prometo que para la siguiente ocasión ser más breve, saludos y gracias por leerme.


Bibliografía

Lenin, V. (2021). La emancipación de la mujer. Argentina/España/México: AKAL.


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