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La importancia de las reformas borbónicas en Nueva España

Foto del escritor: Luis MontielLuis Montiel

Actualizado: 31 mar 2022

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Introducción

Nueva España atravesó por distintos cambios durante todos sus años de existencia, desde los más mínimos, hasta los más drásticos, sin embargo, uno de los mas relevantes se dio en el siglo XVIII con la llegada de una nueva casa real al reino de España, la referida es la casa de Borbón, la cual llegaba en sustitución de la casa de Habsburgo como resultado de la guerra de sucesión, este hecho traería consigo los más drásticos cambios en toda tierra que perteneciera a la monarquía española.


El impacto causado por estas reformas del siglo XVIII serian tan grandes que autores como Farris (2010) y Castro (2010) nombrarían a este proceso como “segunda conquista (o) suerte de recolonización” (Citado en García, 2010, p34) pues se cree fue una oportunidad por parte de la corona española de restaurar el orden no solo en España, si no también en todas sus colonias, el cual se había perdido por culpa de la anterior casa real gobernante: Los Habsburgo.


Sin embargo, este suceso no se dio por azares del destino, sino que se trató sobre las nuevas ideas ilustrados que cayeron en el trono con la llegada de los Habsburgo, y para ser mas especifico con la llegada de Carlos III, quien junto con “sus ministros, se dieron cuenta de la necesidad de dar una nueva orientación al estado” (Pérez, 1972, p. 19) pues este se encontraba siendo gobernado por ideas viejas, las cuales no gustaban a los gobernantes modernos.


Los afectados por estas reformas fueron tanto grupos políticos, como personajes de alto nivel jerárquico, y hasta la figura de la iglesia que era indispensable para el rey tener de su lado, sin embargo, es aquí donde se desata las preguntas que este ensayo tiene como objetivo responder ¿Las reformas borbónicas de verdad fueron tan buenas como se dice? ¿Lograron una modernización? ¿Por qué los gobernados por Rey de España se opusieron en gran número a ellas? Por solo nombrar algunas.


Y para responderlas, se tomaran varios parámetros, primero que todo, se analizaran los antecedentes de este suceso, contextualizando así al lector del porque hubo un cambio de casa en el reino español y porque este fue tan importante, después se repasaran a los reyes Borbones que hubo, de manera muy rápida, hasta que lleguemos a Carlos III donde nos detendremos a hacer un análisis mucho mas profundo, pues es en su periodo como Rey cuando se aplicaron las más estrictas reformas, que tras aplicarse en España, se envió a José de Gálvez[1]a aplicarlas en Nueva España, llegando hasta a introducir un poco de su propia cosecha a estas reformas. Una vez completados esos análisis se tratará de descifrar cuales fueron los grupos sociales mas afectados por estas reformas y el porque rechazaron estas mismas, para así, por último, concluir con las respuestas a las preguntas antes hechas.


Antecedentes

El rey Carlos II “El hechizado”[2] se encontraba en sus últimos días ocupando el trono de España, sin embargo, había algo que aun no dejaba descansar a su majestad, el hecho de la poca claridad que había en cuanto a la sucesión del trono y quien ocuparía próximamente la corona del reino español, que para aquel siglo XVIII, era uno de los mas poderosos y amplios de Europa.

Las opciones eran 3, la continuidad de la casa de Austria[3]gobernando España bajo el poder del Archiduque Carlos de Austria, segundo hijo del emperador Leopoldo I y de su de su segunda esposa Leonor de Neoburgo, por otra parte estaba un cambio radical de casa, en donde entraría en el trono la Casa de Borbón bajo el mandato de Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV (Rey de Francia y Navarra) y por último, una tercera opción que si analizamos con detenimiento pudo ser la mejor opción, se trataba del príncipe José Fernando de Baviera, quien al no pertenecer a ninguna de las dos casas anteriormente nombradas pudo traer el mejor equilibrio Europa.


El tiempo se agotaba para que el rey Carlos II nombrara un heredero al poder, y en ese lapso de tiempo, los posibles futuros reyes se disminuirían de 3 a 2 opciones, cuando en 1699 José Fernando de Baviera falleciera[4], ante tal situación, la presión se volvió más fuerte todavía, y esta sucumbió en su totalidad cuando en 1700 fallece el rey Carlos II, a lo cual no había nadie gobernando España, por lo que estalla la guerra gracias a la ambición de la casa de Austria y la Casa de Borbón de ocupar el trono, las demás potencias obviamente se inmiscuyeron y se consiguió una guerra entre potencias, que en España se representaría mas como una guerra civil entre la corona de Castilla que apostaba por Felipe de Anjou y del otro lado a la corona de Aragón que apoyaba a el Archiduque Carlos.


Si bien, ya desarrollada la guerra, la victoria se veía clara a favor del Archiduque Carlos para controlar la corona, un suceso cambio radicalmente lo que pudo ser este resultado, ese suceso fue la muerte de Leopoldo I, padre del Archiduque Carlos, razón por la que Carlos tuvo que regresar a hacerse cargo de la corna del Sacro Imperio Romano Germánico, y fue cuando los demás reinos, entre ellos Holanda y Países Bajos, analizaron la situación: Si Felipe llegaba al trono, Francia y España se unirían en una super potencia, sin embargo, ahora, si Carlos llegaba a portar la corona crearía una mega potencia fruto de la unión de España y el Sacro Imperio Romano Germánico, por consecuente lograron concebir que la idea de que Carlos llegase al trono no era tan favorable, y fue así, como inicio la negociación, que desembocaría en vastos tratados que Ruiz (2010) resume de forma excepcional.



[…] Inglaterra y Holanda firmaron en la ciudad holandesa de Utrecht la paz con Francia y España en abril de 1713. El emperador Carlos VI, aunque retiró sus tropas de Cataluña, no firmó la paz de Rastadt con Francia hasta junio de 1714. Portugal firmó la paz con Felipe V en 1715. Carlos VI no reconoció a Felipe V hasta la Paz de Viena, en 1725. Estos tratados reconocen a Felipe V como legítimo sucesor de Carlos II, a cambio de su renuncia formal a todos sus derechos a la corona de Francia. […] (p.8)



Así fue como Felipe V llegaría a coronarse rey de España, y con él una nueva casa real gobernaría no solo la dicha patria española, si no también las colonias que el reino tenia en “El nuevo mundo” América, lo cual convertía a su majestad en portador de un extenso territorio, el cual por primera ves iba a ser gobernado por un rey ilustrado a diferencia de los anteriores que carecían del conocimiento que la casa Borbón tenía.


El reinado de Felipe V no sería el único de la familia Borbon que conocerían los españoles, pues una extensa familia seria quien gobernaría la madre patria española por un largo tiempo. Tras el reinado de Felipe V, este abdico en 1724 a favor de su hijo Luis I de España, tal como lo dicta Su Majestad de propio puño letra en la carta que le dio a su hijo:



[…] Hemos, pues, resuelto los dos algunos años a de un mismo acuerdo, con el favor de la Santisima Virgen nuestra señora, poner en ejecución este designio; y ya lo pongo por obra tanto más gustoso, porque dejo la corona a un hijo, que quiero con la mayor ternura, digno de llevarla. […] ("Carta de Felipe V a su hijo Luis (el futuro Luis I), anunciándole el propósito de acuerdo con la Reina, de dejarle el trono, y aconsejándole sobre el gobierno del Reino.", 1724)



Sin embargo, apenas 7 meses después de su ascenso al trono, Luis I fallecería, a causa de viruela, por consecuente, su padre Felipe V volvió a ocupar el trono de España. Felipe V reinó hasta 1746, año en el que falleció a los 62 años, y tras esto ascendió su segundo hijo Fernando VI, quien usaría la corona por apenas 16 años, pues fallecería en 1759.


Durante estos años ya se habían aplicado algunas reformas principalmente en España, sin embargo, el periodo más importante llegaría con el asenso al trono de Carlos III, quien aplicaría las más estrictas reformas y a quien más estudiaremos en este ensayo, pues con el fue con el que iniciaron los más radicales cambios, primero en la madre patria España y mas tarde, en el lugar que nos interesa en este texto, el virreinato de la Nueva España.


Las Aplicación de las Reformas

Fueron bastas las cedulas reales que tanto, el Rey Felipe VI, como el Rey Carlos III expidieron para iniciar las reformas ilustradas de los Borbones que, como explica García (2010) “Tuvieron como meta reformar la sociedad, (…) por lo que se implementaron cambios fundamentales que acabaran con los privilegios de los cuerpos políticos y reforzaran la autoridad de la Corona” (p.11).


Sin embargo, el primer factor en el que se centro la corona cuando Carlos III ya hacia en el trono, fue en el de la iglesia, el problema radicaba “como gobernar la iglesia sin antagonizar con ella” (Garcia, 2010, p.18). Pues es menester recordar que la iglesia y el reino español estaban unidos, y uno dependía mucho del otro, pues una de las formas en que España justifico en el siglo XV la conquista de América, fue abogando ser el principal reino responsable en defender a la religión católica de la herejía, y que para combatir esas prácticas bárbaras, tomarían bajo su manto la obligación de la evangelización, al utilizar esta excusa para la conquista fue que “En 5 bulas del año1493 el Papa Alejandro VI (…) Otorgo a los Reyes Católicos sobre las islas y países adquiridos (…) <<plena y libre omnímoda potestad, autoridad y jurisdicción>>” (Konetzke, 1972, p.24). Por ello ante los favores que la religión católica ya le había otorgado al reino español, no le convenia a este ultimo enemistarse con la iglesia. Sin embargo, la Corona logro “exactamente lo contrario” (García, 2010, p. 18). Y consiguió así una fuerte enemistad con la religión, aunque claro, esto era de esperarse, pues las estrictas reformas eclesiásticas que Carlos III aplico, eran razón suficiente para que el clero se molestaba, pues se le fue arrebatada su zona de confort. Estas reformas eclesiásticas nos las plantea Pérez (1972) en un párrafo sumamente resumido:



[…] Sacerdotes sin ocupación en la corte volvieran a sus iglesias y domicilios (1759). […] Limitó la autoridad de los jueces diocesanos […] (1760). Reforzó la aplicación e los recursos de fuerza favoreciendo a la parte civil en los casos conflictivos (1764 – 1778). […] Prohibió a los prelados que nombraran vicarios sin su consentimiento […] (1781) (p24).



Esto por solo nombrar algunas de las radicales reformas que Su Majestad presento para

subyugar a la cruz ante el poder del trono y la corona, pero obviamente Carlos III no podría realizar esto sin recibir criticas por parte de los afectados, en este caso, el clero, y esas criticas llegaron a ser tan fuertes, que obligaron al Rey a escribir de puño y letra una cédula real donde pedía “[…] que, en estos Reinos, los eclesiásticos, seculares y regulares, se abstengan de declamaciones y murmuraciones contra el gobierno.” (Fernández & Mantilla, 2008, p. 172).


Sin embargo, aun con las reformas que ya nombramos, Carlos III no estaba a gusto, y sabia que tenia que asentar un verdadero golpe a la iglesia para así ser acreedor al respeto que ,él pensaba, se merecía, por ello, siguiendo el ejemplo de Portugal y de Francia, en 1767 centraría sus ataques en La Compañía de Jesús, que ese mismo año se verían expulsados no solamente del reino español, si no también de sus múltiples colonias, entre las excusas que Carlos III encontró para realizar esta acción se encontraban la deslealtad a la Corona, la provocación de la división de la iglesia y lo peor de todo, su oposición a la beatificación de Juan de Palafox y Mendoza en el siglo anterior[5] (Pérez, 1972).


Sin embargo, el castigo ya ofrecido a la iglesia seguía sin ser suficiente para el Rey, quien, una vez expulsados los jesuitas de sus dominios, empezó a retirar potestades a la Santa Inquisición y reducir autoridades de los obispados, eso por solo nombrar algunas de las tantas reformas expedidas en afección de la iglesia, sin embargo una de las que más le dolería a esta última, sería la reforma enviada al arzobispo de México Don Manuel Rubio y Salinas, la cual pedía la regularización de los curatos de indios, que iba indirectamente a cumplir el objetivo de “[…] expropiar los bienes (haciendas, capellanías, edificios) de las órdenes religiosas desplazadas […]” (Martínez, 2010, p.61).


Como ya vimos en el párrafo anterior, todas estas reformas molestarían a la iglesia y a sus miembros, empezando a hacer que levantaran la voz en contra de estas, sin embargo, el clero no sería el único afectado por las reformas hechas en su contra, pues, para aquel siglo XVIII, la religión católica ya se encontraba bien arraigada por varios pueblos, quienes en su mayoría tenían en una alta estimo a la orden de los Jesuitas, por lo que cuando estos fueron expulsados ellos lo vieron como “[…] una decisión muy desafortunada para la cultura y la educación en la Nueva España […]” (Martínez, 2010, p. 62). Pues cabe recordar que la educación otorgada a la mayoría de novohispanos era dada por los jesuitas, y esta se vio muy afectada con la expulsión, por esta y otras razones, fue que los propios indios empezaron a sublevarse en contra de los españoles, mas que nada en Guanajuato, Michoacán y San Luis Potosí, sin embargo, estos efímeros levantamientos fueron apagados rápidamente.


Esto es mas importante de lo que parece y merece un mayor análisis, pues hablamos de que las medidas impuestas para con la iglesia afectaron a terceros, como lo son los nativos, o también llamados indios, indirectamente, obligándolos a levantarse en armas, sin embargo, aunque con esas reformas eclesiásticas se vieron afectados indirectamente, después por fin les llegaría su turno, al ser afectados directamente gracias a las nuevas políticas aplicadas tras haber asentado los anteriores grandes golpes contra la iglesia.


Siguiendo esta línea, las políticas reformistas que llegarían a España y que afectarían principalmente a los Indios, se harían efectivas gracias a un visitador representante de Su Majestad, estamos hablando del afamado José de Gálvez, quien hizo su visita en México durante el periodo de 1765-1771 y que fue en 1769, el 23 de julio para ser mas exacto que Gálvez (1769) expidió el encabezado que decía “ […] Instrucciones que tienen que observar mis comisionados para la asignación y repartimiento de tierras en los pueblos de indios de estas provincias y los de españoles que hubiere en el distrito de sus comisiones, y para la cuenta de tributarios que al mismo tiempo deben hacer ellos […] ” (Citado en Rio, 1995, p.80). El cual tenía como objetivo “[…] Dotar individualmente a los indios de parcelas y convertirlos en tributarios […]” (Rio, 1995, p.80).


Lo que Gálvez quiso aplicar en esta controversial reforma fue un intento de igualdad para todos los ciudadanos novohispanos, queriendo cobrar tributo a todos aquellos que antes no se les había cobrado, esta reforma, se trató esencialmente de recolección de dinero , pues la Corona quería recibir más, sin embargo Gálvez también trato de propiciar una reforma integradora, en la que españoles y no españoles vivieran en una misma república, sin embargo, tanto los indios y los españoles presentaron molestias ante esta situación y decidieron obedecer las reformas pero sin alterar sus costumbres (García, 2010, p. 14)


Continuando con los lugares importantes donde las reformas se aplicaron nos queda estudiar un ultimo pasaje, lo que consta a economía, hay que recordar que este fue uno de los principales objetivos de las reformas, el buscar la forma de incrementar el dinero que estaba llegando a la corona, pues bien, para ser breve en este aspecto, las reformas mas importantes fueron las reformas aplicadas a la real hacienda que abarco aspectos modificadores en minería, y en alcabalas, estanco de tabaco, los tributos y los diezmos de la iglesia (Sánchez, 2010, p. 333).


Y aunque en un principio estas reformas serian solo para incrementar las ganancias de la corona, lamentablemente, tras los últimos años del sigo XVIII y principios del Siglo XIX, ya con Carlos IV y Fernando VII, fue que se perdió el objetivo original de las reformas y estas se empezaron a volver una forma desmedida de explotar a las colonias para poder pagar los gastos de guerra que España llegaría a tener con Francia.


Conclusión

Es aquí, donde toca responder las incógnitas que se presentaron al principio, según el desarrollo y análisis que le dimos a la información se pueden concluir varias cosas, entre ellas, que el principal detonante de las reformas fue la llegada de una nueva casa al trono de España, y que estas reformas tuvieron como principal objetivo la modernización de cada rincón perteneciente al reino español y la centralización del poder y en específico el económico, a su vez, debemos de tener claro que las mas estrictas reformas llegaron con el arribo de Carlos III.


Una vez con esta información podemos deducir que las reformas aplicadas buscaban varias cosas, pero tenían un objetivo escondido y principal, que era volver la corona española una monarquía absolutista, donde todos respondieran al Rey directamente, por ello mismo es que se modificaron los modos de gobierno en Nueva España, a tal punto de enviar un visitador como lo fue José de Gálvez al cual le dieron mas autoridad que el propio virrey gracias a la confianza que el Rey tenía en él.


Sin embargo, la corona se arrogo potestades que no le parecieron al pueblo novohispano, como lo fue la de expulsar la orden de la compañía de Jesús, apropiarse de sus bienes, exigir el tributo a los indios que estaban exento de ellos, y pedir que este fuera a dar directamente a la corona sin necesidad de intermediadores mediante las reformas aplicadas, la razón obvia por el que el pueblo se opuso a estas reformas, fue por el autoritarismo de la corona, al aplicar estas leyes sin siquiera cuestionar a los principales afectados por las mismas.


Siguiendo esta línea, al final las reformas se fueron deformando a tal punto que, como marcábamos al final del desarrollo de este ensayo, solo se transformaron en la forma de la corona para obtener dinero de sus colonias, de forma desmedida y a como fuese lugar, por ello podemos concluir que lamentablemente las reformas no surtieron el verdadero efecto que se esperaba.


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Notas a pie de pagina

[1] José de Gálvez fue el visitador enviado por Su Majestad Carlos III a aplicar las reformas borbónicas a las colonias pertenecientes a España en “El nuevo Mundo”.

[2] Las constantes enfermedades de las que era víctima Carlos II, entre ellas catarros, problemas intestinales e hidrocefalia, hizo que gracias a su aspecto enfermizo su pueblo lo empezara a apodar “El hechizado” al creer que estas incapacidades se debían a que era victima de un embrujo.

[3] La casa de Austria es la misma que la casa de Habsburgo, a veces se le llama de Austria, porque ese es su lugar de origen.

[4] De forma inesperada Fernando de Baviera empezaría a ser víctima de ataques de epilepsia, vómitos y perdidas constantes de conocimiento, esto provocaría su muerte a los 7 años, si bien hay algunas versiones que dicen que fue envenenado, esto nunca se pudo comprobar.

[5] David A. Branding (2004) en su introducción a la Carta dirigida a los españoles americanos, en la edición del Fondo de Cultura Económica, aboga por la compañía de Jesús, diciendo que la expulsión de los Jesuitas “era porque (la corona) deseaba confiscar sus ricas propiedades” (p.48)


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Bibliografía


Branding, D. (2004). Introducción. En J. P. Viscardo y Guzmán, Carta dirigida a los españoles americanos (pág. 48). DF: Fondo de Cultura Económica.


Del Río, I. (1995). La aplicacion regional de las reformas borbónicas en Nueva España. México : Universidad Nacional Autónoma de México .


Fernández Sotelo, R., & Mantilla Trolle, M. (2008). Libro de reales Órdenes y Cédulas de su Magestad Audiencia de la Nueva Galicia, siglo XVIII. México: El Colegio de Michoacan, Universidad de Guadalajara & El colegio de Sonora.


García Ayluardo , C. (2010). Las reformas borbónicas 1750 - 1808. México : Fondo de Cultura Economica.


Gobierno de España. (10 de Mayo de 2019). PARES . Obtenido de http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/show/3939482


Konetzke, R. (1972). La época colonial. México : Siglo Veintiuno Editores.


Pérez Memen, F. (1972). El episcopado y la independencia de México (1810-1836). México : El Colegio de México.


Ruiz Ortiz, M. (2010). La Guerra de Sucesión Española: 1701-1715 . Revista de Claseshistoria, 1-11.

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